SOCIALES - HISTORIA - 15 -JULIO -2021
Entre 1848 y 1871, alemanes e
italianos lograron poner fin al fraccionamiento territorial heredado de la Edad
Media.
¿Cómo estaba Alemania en 1870?
El actual territorio alemán estaba
formado en la segunda mitad del S XIX por 30 pequeños estados. El proceso de
unificación de la actual Alemania se planteó a partir del enfrentamiento entre
los dos estados más poderosos de la región: Austria y Prusia.
¿Qué ventajas tenía Prusia?
Prusia era el estado con mayor
desarrollo industrial y comercial de la región y había formado una unión
aduanera y mercado común -el Zolverein- que integraba su territorio con otras
regiones alemanas. Esto le dio mucho poder a su burguesía industrial y liberal,
que pudo disputarle el poder a la atrasada aristocracia terrateniente. Todos
estos fueron factores decisivos que favorecieron a los prusianos para lograr su
objetivo de unificar Alemania.
¿Cómo se produjo la Unificación
Alemana?
La unificación se hizo efectiva a
través de la derrota de Austria y de una serie de guerras exteriores. Figuras
claves de esta estrategia fueron el rey Guillermo I y su canciller el Primer
Ministro Otto von Bismarck.
El triunfo militar obtenido en 1870
sobre Francia permitió a los prusianos la creación de un nuevo Estado Nacional:
el Imperio alemán o segundo Reich, régimen de carácter autoritario, apoyado
políticamente tanto por los conservadores como por los liberales.
¿Qué pasó con Austria?
Tras ser derrotada por Prusia,
Austria conformó con los húngaros un nuevo Imperio, el Austro-Húngaro. Se
sancionó una Constitución en la que se reconocían como diferentes los poderes
políticos de cada reino. Dentro de este imperio convivían pueblos de diferentes
nacionalidades y religiones que veían al nuevo régimen como opresor. Esto llevó
a permanente rebeliones, una de ellas será la causa, décadas más tarde del
inicio de la Primera Guerra Mundial.
¿Cuál era la situación de Italia en
1860?
En Italia, la fragmentación
territorial en manos de diversos poderes, fue superada enfrentando a las
grandes fuerzas conservadoras de la época: el Papado en el centro y la
aristocracia terrateniente en el sur.
En el exterior, los afanes
nacionalistas chocaron con la oposición austríaca, que dominaba importantes
territorios en el noreste de la península.
¿Cómo se inició la unificación?
La marcha hacia la unidad partió del
reino de Piamonte y Cerdeña, gobernado por Víctor Manuel II y su ministro
liberal el conde de Cavour. La modernización del reino, el más poderoso
económicamente y la búsqueda de apoyo contra Austria y el Papado formaron parte
de la hábil estrategia de Cavour.
A las acciones desarrolladas desde el
norte, se sumaron, en el sur, las del patriota Giuseppe Garibaldi quien a
través de la organización de un movimiento popular y republicano, los mil
camisas rojas, logró la recuperación de Sicilia y el reino de Nápoles.
En 1871 vencidas todas las
resistencias, nace el reino de Italia con Roma como capital.
Comentarios
Publicar un comentario